Esta es una pregunta que ha rondado en mi cabeza desde hace ya algún tiempo. Las actividades por atender a los clientes que realizan las empresas que se encargan de exhibir películas en el país deja mucho que desear, pareciera no importar la experiencia del cliente en sus instalaciones.
Ir al cine es cada día más caro, y no solo lo digo por los boletos, también lo digo por las cotufas, los refrescos, la comida y dulcería en general, los precios duplican los que conseguimos en la calle.
Por otro lado las películas que se exhiben cada son cada vez peores, o remake de películas o series que ya hemos visto, desmejorando su puesta en la pantalla grande.
Vamos hacer un ejercicio sencillo, dos boletos al cine cuestan aproximadamente Bs. 34 (ni hablar de los premiun que ya rodan los Bs. 30), dos combos de cualquier variedad suman aproximadamente Bs. 40 y unos chocolates Bs. 12, si le sumamos el estacionamiento o el taxi podemos hablar de Bs. 100 ó 120 en dos y medio horas de entretenimiento. Ahora, la película pirata nos costara si acaso Bs. 5.
Aparte del factor económico el ver una película en el cine implica la interacción y el trato que recibiremos en las salas. Hoy día vemos grandes áreas de caramelerías o concesiones (donde venden las chuchearías) dentro de las salas de cine, pero inexplicablemente tardamos tanto para comprar unas cotufas que cuando llegamos a la sala ya la película inicio. Otra cosa inexplicable, que me ha ocurrido por lo menos más de 10 veces en las salas de Cines Unidos, es que al terminar la película e intento dirigirme al baño, los operadores o trabajadores de allí le hacen dar toda una gran vuelta por afuera de las instalaciones para volver entrar y poder utilizar dichos baños, como si no me hubiese ganado el derecho luego de gastar Bs. 100.
Por otro lado la “piratería” nos aborda en las calles, en las autopistas, etc; allí podemos escoger las mismas películas en cartelera por un tercio de lo que cuesta un solo boleto en Cinex o Cines Unidos. Si hablamos de calidad, podemos encontrar copias malísimas, como de muy buen calidad, en muchas oportunidades por culpa de las cadenas de exhibición o los distribuidores de películas que tardan en liberar las películas para estas tierras, permitiendo la llegada de las copias de la versión DVD del film.
Por supuesto siempre existirán películas que necesariamente debemos ver en el cine, así como muchas que cuando salimos nos decimos que perdimos ese dinero. Ahora más que nunca vale leer una crítica de la película antes de ir a verla, y no dejarnos llevar por la publicidad, en muchos casos engañosas, que arman los grandes estudios.
